lunes, 13 de julio de 2009
MUSEO DE ARTE DEL ESTADO. Patrimonio de los veracruzanos
El Edificio que hoy en dia alberga al Museo de Arte del Estado en Orizaba, es una de las construcciones Virreynales más bellas del país, y se empezo a levantar en 1767, inaugurado el 12 de diciembre de 1776.
Desde su fundación hasta nuestros días el edificio sufrió graves deterioros causados por terremotos, como el que ocurrido en el año de 1900 que destruyó el frontispicio, muros y arcos del claustro. No obstante, después fueron nuevamente derribados por otro temblor en 1973, quedando entonces definitivamente fuera de servicio como institución hospitalaria.
En 1990 el Gobierno de Veracruz inició su restauración con la finalidad de albergar el Museo de Arte del Estado. Para describir este hermoso edificio podemos decir que su estilo se inscribe dentro del barroco. El claustro del oratorio merece una atención particular debido a que su fisonomía es típica del estilo de los Frailes Filipenses. Su patio central está limitado por cuatro filas de arcos sostenidos por columnas y una escalera monumental ubicada en la crujía paralela al templo de la Concordia. La restauración de éste Ex-oratorio de San Felipe Neri vino a colmar el deseo de muchos veracruzanos: lograr que su patrimolio fuera rescatado y que se devolviera al edificio su antiguo esplendor.
Al hablar del Museo tenemos que hacer mención de la colección pictórica de Veracruz, que es uno de los antecedentes de la integración del patrimonio artístico nacional, cuyos más significativos ejemplos los costituyen el Museo de San Carlos en la ciudad de México y el acervo que custodia la Academia del mismo nombre, tienen origen, fundamentalmente, en aportaciones que desde su fundación, a finales del siglo XVIII recibio la propia Academia, de las ciudades de México, San Miguel de Allende, Orizaba, Córdoba y Veracruz.
Destaca también la circunstancia de que un orizabeño ilustre en más de un aspecto, J. Bernardo Couto, estuvo muy ligado a la Academia de San Carlos, ya que como director se encargó de su reestructuración, además de que por su cercanía con el arte escribió su Diálogo sobre la Pintura en México, uno de los textos fundamentales para la historia de la crítica en nuestro país.
Otro orizabeño Don Manuel Escandón, el introductor del primer tendido de vía ferrea en el país, el ferrocarril Mexicano, que comunica hasta la fecha la ciudad de México con el puerto de Veracruz, patrocinó la presencia de numerosos artistas para que plasmaran en su obra la realidad de una Nación que se iba abriendo al progreso con el nuevo medio de comunicación. Fue así que Santiago Hernández, Eugenio Landesio, Casimiro Castro, pero sobre todo José María Velasco y sus discípulos, dejaron constancia plastica de un territorio que ofrecía bellezas que siempre cautivaron a sus visitantes.
Estos factores, aunado al hecho de que el criterio con el que se entiende la difusión de la cultura en el Estado buscó evitar el fenómeno del centralismo, fue lo que condujo a la ubicación de la colección de Veracruz en Orizaba, ciudad que fue durante la Colonia, junto con Xalapa, y hasta casi finales del siglo XIX, uno de los centros de producción artística más importantes de Veracruz .
Fue durante el periódo del gobernador Teodoro A. Dehesa que el proyecto de integrar una colección artística comenzó a tomar forma. Así, no sólo varios artistas fueron llevados por él a Xalapa para impartir enseñanzas, como el catalán Bernadette, sino empezó adquirir obras que sumó a cuadros provenientes de los conventos nacionalizados. Dehesa, igualmente ayudó a varios artistas para realizar estudios tanto en México como en el extranjero; uno de ellos fue Diego Rivera, quien se hizo acreedor a la beca que lo llevó a París al pintar un cuadro con el tema del Pico de Orizaba. Esta obra forma parte, igualmente, de la pinacoteca de Veracruz y se exhibe en la sala que lleva el nombre del autor.
Con el estallido de la Revolución, esa inicial colección se dispersó y es hasta 1944, en que con el apoyo de coleccionistas particulares y el acervo que aún subsistía, se organizó una muestra en el Palacio de Bellas Artes que estuvo a cargo de Fernando Gamboa.
Dicha riqueza pictórica quedó desde entonces bajo la custodia de la Universidad Veracruzana pero sin que se incrementara durante mucho tiempo. Casi cuarenta años después, el gobernador Agustín Acosta Lagunes retomó el proyecto de reunir no sólo la obra que formaba parte del patrimonio estatal, sino que también adquirió piezas con las cuales se integra la actual colección de Veracruz.
No obstante, el siguiente y definitivo paso para la consolidación de un proyecto largamente esperado fue concederle una sede adecuada en donde alojar y exhibir tan valioso material artistico. Correspondió a la administración 1986-1992 la tarea de hacerlo realidad restaurando para ello el ex-oratorio de San Felipe Neri, no sólo por la importancia del inmueble, sino por las razones antes expuestas con respecto a Orizaba.
Bajo la denominación de Museo de Arte del Estado, y en el recinto de referencia, se encuentran expresiones plasticas que arrancan desde las obras anónimas, fundamentalmente del siglo XVIII hasta las producciones de artistas de principio del XX que han captado la hermosura geográfica y los distintos aspectos del universo veracruzano. Se halla, igualmente, el testimonio de los artistas viajeros que al llegar a México se sintieron seducidos por la novedad y a belleza, de un entorno, de un paisaje, que convertirían en imágenes clásicas del mundo americano. Las firmas de Rugendas, Haversfield, Egerton, Hegi, Nebel, Bullock, entre otros, son el recuerdo plástico de las rutas que abrieron a la curiosidad extranjera los libros de Humboldt, de Mayer y de tantos más.
La presencia de la obra de los pintores orizabeños José Justo Montiel y Gonzalo Argüelles Bringas, del xalapeño Ignacio Rosas y de Salvador Ferrando de Tlacotalpan, así como las obras anónimas, muestras diversos artistas que en la provincia alcanzaron un grado de maestría merecedor de un estudio que los ubique dentro del panorama general de la plástica nacional.
Pintores, litografos, grabadores, dibujantes, nombres de numerosos artistas, al igual que sus obras, integran la nómina de uno de los acervos que enorgullecen al Estado de Veracruz y a México y que desde el 27 de noviembre de 1992 exhibe su magnificencia al visitante en las diversas salas del Museo de Arte del Estado.
Sin embargo, para concluir, surge la pregunta, ¿es necesario otro Museo que tenga las características de poder exhibir la obra de artistas contemporáneos vivos o muertos, tanto de la región de las altas montañas, como de otras partes del Estado de Veracruz y de nuestro país?, y esto lo pregunto ya que a los artistas plasticos-visuales de esta región es dificil poder accesar para mostrar nuestra obra. Por lo cual propongo la creación del MUSEO DE ARTE CONTEMPORANEO DE ORIZABA y-o el MUSEO DE LOS PINTORES ORIZABEÑOS. ¿Dónde? Casa consistorial, atrás del Palacio de Hierro y el edificio del Hospital Psiquiatrico, una vez que se construya un nuevo hospital. Lo dejo a la reflexión amigos.
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Hola Profe!!!! que gusto tenerlo por aca, estaremos pendientes de sus articulos.Y no olvide pasar por mi blog www.conalmadepolilla.blogspot.com y por el de Bruno y mio www.dmueganitos.blogspot.com
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